domingo, 2 de mayo de 2010

A todas las madres, a mi madre


Hoy, primer domingo de mayo, se celebra en España (y en algunos otros países) el DÍA DE LA MADRE. Investigando, he descubierto que cada país tiene una fecha propia, a lo largo del año, para celebrar este día. ¿Tendría este día que ser universal? No lo sé, pero esto me ha dado en qué pensar y he llegado a una conclusión: da igual cuándo sea, porque lo más importante, como ya dije en otra entrada antigua, no es fijar una fecha concreta para homenajear a nada ni a nadie. No, esto hay que hacerlo día a día con cada una de nuestras acciones, con cada gesto que aflora en nuestra cara, con cada palabra que brota de nuestros labios, con cada pensamiento que surge de nuestra mente, con cada sentimiento que nace de nuestro corazón. Ahora lo sé.

Recuerdo cuando era pequeña y, las semanas previas a esta celebración, todos los niños y niñas preparábamos en el colegio, con nuestras propias manos y un sinfín de ilusiones, el regalo para este día. En este momento intento viajar con mi mente a esos dulces años y veo, con una claridad que antes me había pasado totalmente desapercibida, el amor, la alegría y el orgullo con la que ellas recibían ese humilde presente, porque veían la ilusión en nuestras tiernas caritas. Aún no soy madre pero sé que para ellas, una dulce sonrisa, un caluroso abrazo y unas palabras cariñosas son el mejor regalo que pueden llegar a recibir, independientemente de joyas, perfumes y otras muchas banalidades. Para las madres, todo eso se relega a un segundo plano frente a una sincera demostración de amor hacia ellas. Ahora también lo sé.

Mamá, ya no puedo entregarte nada material, sé que no vas a poder recibirlo y sonreírme como lo hacías cada vez que llegaba este día, al igual que en otras muchas tantas ocasiones que hemos vivido juntas. Ni siquiera puedo darte un beso, sentir tu calor y tu amor incondicional al fundirnos en un abrazo, pero aún puedo dedicarte unas palabras con la esperanza de que vuelen muy arriba, directas hacia donde sé que se encuentra mi ángel de la guarda. Espero que cuando estas palabras lleguen a ti, sonrías como cuando yo era pequeña, como cuando con toda la ilusión del mundo, te entregaba mi regalo del día de la madre. Éste es mi regalo:

TE QUIERO, MAMÁ.

FELIZ DÍA DE LA MADRE A TOD@S

5 comentarios:

Violeta Lago dijo...

Cabrita, que me has hecho llorar....
Por cierto, preciosas palabras.
Besotes

Chus Nevado dijo...

Mamen, son simplemente las palabras que les tendríamos que decir a ellas... antes de que sea demasiado tarde.

Un beso enorme, guapa

Ana R. Vivo/Dana Jordan dijo...

Cuanta razón llevas, Chus. No sólo son palabras tiernas y preciosas, es que aunque las pensemos a menudo, no solemos decirlas. De niños lo expresamos con pequeños regalos de manualidades y un "te quiero mamá" en letras mayúsculas, pero cuando crecemos pensamos que ya está todo dicho y como madre, y como hija, reconozco que a todas nos gusta que nos recuerden el amor que nos tienen,de vez en cuando.
Un besazo, Ana.

juanitos'blog dijo...

No sabía que escribieras tan bien, cabrona, he echado un vistazo rápido a las cuatro últimas entradas que tienes en el blog y me han gustado mucho.
Aún estoy esperando que me pases el libro que escribiste, y ahora con más ansia, si cabe.
Y me alegro de que te premiaran, te lo mereces.
Un beso enorme, nos vemossssss....

Chus Nevado dijo...

¡Dichosos los ojos, Juanito! Me alegra mucho que te hayas pasado por aquí, ya veo que me has encontrado, jajajajaja Como verás, tengo esto un poco abandonado, pero es lo que tienen las oposiciones, que no te dejan tiempo para nada... ni siquiera para corregir la novela. Ésa es la razón por la cuál no te la he enviado, pero todo llegará. ¿Cuándo? ¡Ahhhhhhhhhhhh!(levantamiento de manos en señal de incertidumbre) Jejejeje