sábado, 18 de diciembre de 2010

FELICES FIESTAS PARA TODOS


Dentro de unos días llegarán de nuevo las Navidades, unas fechas con gran significado para todos. Algunos las recibirán con gran alegría y entusiasmo, otros con tristeza y melancolía, hasta habrá gente que se las tome con desidia. Por lo pronto, éste es un período de reflexión, en el que, durante unos cuantos días, intentamos hacer balance de lo bueno y de lo malo que nos ha sucedido durante todo el año. Hoy no me voy a poner filosófica, no es mi intención, y que cada cual mire en su interior y saque sus propias conclusiones. Con esta entrada sólo pretendo desearos a tod@s unas Muy Felices Fiestas y que el Año Nuevo que está a punto de comenzar sólo os depare felicidad y buenos augurios. Sin felicidad no somos nadie, aunque todos tengamos una opinión diferente de lo que consideramos que significa este término. Salud, dinero, amor… las prioridades son diferentes en cada persona, así que yo os deseo todo esto y más.




FELICES FIESTAS DE TODO CORAZÓN

sábado, 4 de diciembre de 2010

Vídeo presentación de "El viaje del presidente"


Como ya apunté en la anterior entrada de este blog, hace poco más de una semana estuve en Albacete, presenciando la presentación del libro de una buena amiga, Menchu Garcerán. Por primera vez en mi vida, dejé la cámara de fotos en mi casa y, cámara de vídeo en ristre, quise plasmar en algo más que unas cuantas imágenes todo lo que se vivió ese día. No es mi intención narraros aquí una crónica escrita, eso ya lo han hecho en sus respectivos blogs, con innegable maestría, tanto la protagonista de tal evento, Menchu Garcerán (pinchad aquí para ver su versión), como la fabulosa escritora Noelia Amarillo (pinchad aquí para disfrutar de una crónica “spectaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacular”).

Yo voy a poner mi pequeño granito de arena mostrándoos, “en exclusiva y sin ningún tipo de censura” (jajajajaja, estaba deseando decir esto) la grabación completa de la presentación (con una pequeña sorpresita, jejejeje) para que podáis ver con vuestros propios ojos todo lo que se dijo aquella tarde, y no sólo pongáis cara a algunas personas, sino además también voz.

Como el vídeo dura algo más de una hora y el archivo es muy grande, os paso un enlace directo donde, si pincháis en él, os podréis descargar en vuestro ordenador los 16 archivos (que no 15 ni 17, sino 16). Después de descargároslos TODOS (si os falta algún archivo, no os permitirá abrirlo), sólo tenéis que descomprimirlos con un zip o un rar, sentaros cómodamente delante de vuestra pantalla y disfrutar de todo cuanto nosotras disfrutamos ese día. ¡Por cierto! El editor del vídeo me informa que el acceso tiene una pequeña contraseña, así que, quien esté interesad@ en ver el vídeo, no tiene más que pedírmela y yo se la daré.

El enlace para descargar los archivos es el siguiente:


A mí sólo me queda agradecer en estas líneas la inestimable compañía de mi compañera de viaje, Mamen Méndez, porque con su presencia, alegría y vitalidad, no hizo sino conseguir que esos dos días fuesen aún más fabulosos de lo que ya esperaba. 

¡Muchísimas gracias, guapa!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Albacete tiene algo especial...

No, no me he equivocado de ciudad, aunque muchos lo estéis pensando. Unos sitios destacan por sus monumentos; otros, por su gastronomía. Pero esta ciudad, a la que hasta hace bien poco relacionaba única y exclusivamente con sus navajas, la feria de septiembre, el rabo de toro y el queso frito, hoy en día se ha hecho con un nombre propio dentro de la literatura romántica española. ¿Y por qué? Los que leáis este género literario ya sabréis por dónde van los tiros, y los que no, después de esta entrada estaréis más que enterados.

Hace unos años conocí a tres mujeres que, al igual que yo, eran unas apasionadas de la novela romántica. Pero su pasión no se centraba sólo en la lectura de este género, sino que iba más allá. Disfrutaban creando sus propias historias y mostrándolas a unas pocas privilegiadas, entre las que me incluyo, con la esperanza y el deseo oculto de que algún día sus obras se diesen a conocer en el mundo literario. Cuando existe arte, tarde o temprano sale a la luz, por muy difícil que sea el camino hasta conseguirlo. ¡Y vaya si lo han conseguido!

Mar Carrión, Menchu Garcerán y Ana R. Vivo. El trío albaceteño, como yo las llamo. Tres grandes escritoras, tres buenas amigas. Me siento muy orgullosa de considerarlas como tal, pero es que lo son. Estoy inmensamente feliz al ver que sus sueños se han cumplido, y cada día que pasa mi corazón late más fuerte, al unísono que el de ellas, cuando reciben otra noticia que afianza más y más los cimientos del éxito que están cosechando.


Mar Carrión ya tiene dos novelas publicadas a sus espaldas. “Bajo el cielo de montana”(Ed. Terciopelo), ganadora del III premio Terciopelo, fue su debut literario y con ella se dio a conocer a los lectores. Hace dos meses salió a la venta su segunda novela, “Decisiones arriesgadas”(Ed. Terciopelo). Como bien dice el título, supuso una apuesta muy arriesgada, ya que la autora tuvo el coraje de atreverse a escribir un thriller romántico, justo en el momento en el que todos los ojos estaban puestos en ella para comprobar si su primer éxito sería efímero o, por el contrario, la asentaría definitivamente dentro del panorama literario. Mar Carrión superó la prueba, y con creces. Esta segunda novela sólo ha venido a demostrar que es una autora muy a tener en cuenta en este mundillo. La calidad de su segunda novela y las buenas críticas que ha recibido de ella así lo atestiguan, porque nos ha demostrado que tiene un potencial impresionante, que se crece ante un reto y, más que bien parada, sale triunfante de él. Si su primera novela tuvo una buena acogida, la segunda ha conseguido superar cualquier tipo de expectativas al respecto. Sin embargo, esto es sólo el principio y auguro que su carrera va a ser meteórica.

Menchu Garcerán es el claro ejemplo de “el que la sigue, la consigue”. Y además, por partida doble. ¿Quién le hubiese dicho a ella hace unos pocos meses que ahora estaría viviendo un momento tan dulce? A buen seguro Menchu se hubiese carcajeado y no habría dado ningún crédito a estas palabras. Pero el afán de superación, la tenacidad y el levantarte una y mil veces cuando tropiezas, aunque te duela, logra abrir muchas puertas. Hoy hace justo una semana que estuve presenciando en Albacete, henchida de orgullo y alegría, la presentación de su primer libro publicado, “El viaje del presidente”(Ed El Maquinista). No voy a decir nada más de esta novela porque si habéis leído una de mis últimas entradas, podréis descubrir cuál es mi opinión. Sin embargo, no contenta con saber que por fin había logrado su sueño, hace dos días recibí una llamada que me hizo dar, literalmente, saltos de felicidad. Menchu era la ganadora del V premio Terciopelo, y la novela premiada, una creación inédita, “Ensayo y error”. Nada más escuchar su voz, y aunque ella aún no me había dicho nada, lo supe. No sé por qué, pero lo supe. Bueno, sí lo sé, y es que los que la conocemos y hemos leído sus escritos sabíamos que su talento tenía que despuntar por algún lado, y después de tantos años esperando a que llegase este momento, la bola se ha hecho tan grande que no ha hecho otra cosa sino explotar. “¿Querías chocolate? Pues aquí tienes dos tazas”. La verdad, yo no me conformo con sólo dos tazas, quiero más y más, así que ya sabes, Menchu...

Ana R. Vivo es la tercera componente de este trío tan peculiar. Quizás es de la que menos hayáis oído hablar, pero esto pronto va a cambiar. Dentro de muy pocos días saldrá a la venta su primera novela, “No mires atrás” (Ed. El Maquinista). Ana es una escritora muy prolífica, con una imaginación desbordante y una capacidad para crear historias impresionante, así que ya estaba tardando en salir del caparazón. En realidad, alguna de sus novelas tenía que ser la primera, con la que se diese a conocer, pero eso no es óbice para afirmar que el resto de su obra es igual de extraordinaria. Os aseguro que, al igual que Mar Carrión y Menchu Garcerán, Ana R. Vivo va a dar mucho que hablar, porque tiene mucho potencial, mayor arrojo e infinidad de buenas historias con las que deleitarnos. El tiempo lo dirá, pero yo ya os voy advirtiendo.

¿Entendéis ahora por qué os digo que Albacete tiene algo especial? No sé lo que será, pero lo que sí es cierto es que esa tierra ha parido a tres mujeres fantásticas que están poniendo en un lugar muy alto el lugar que las ha visto nacer como escritoras.


Mar, Menchu, Ana, ¿veis esta foto? ¿Sabéis dónde estáis mirando? Estáis mirando hacia el cielo, a un sitio cuajado de estrellas donde vosotras, por méritos propios, ya os habéis abierto hueco. Tomad posición y respirad hondo, porque vais a estar allí durante muchos años, en lo más alto. 

Esto va por vosotras chicas. Porque os lo habéis ganado a pulso. 

¡FELICIDADES!

martes, 9 de noviembre de 2010

Reseña de "El viaje del presidente", de Menchu Garcerán

En mi última entrada a este blog anunciaba la próxima publicación de dos libros que llevaba esperando que cayesen en mis manos como agua de mayo. Han transcurrido dos meses de esto, han ocurrido muchas cosas que bien podrían servir para rellenar más y más entradas en este espacio que últimamente tenía abandonado, pero en vez de eso, 

quiero hacerle de nuevo un hueco a una de esas dos autoras con algo que nunca hasta ahora había hecho, aunque siempre hay una primera vez para todo. Hoy voy a hacer mi primera reseña de 

un libro, “El viaje del presidente”, de Menchu Garcerán.

“Kate Boroni, tras la muerte de su marido Frank, corresponsal de guerra en Afganistán, se dispone a resurgir de sus cenizas.

Cruzará el país para trabajar en la redacción de un periódico perteneciente a un antiguo amigo de la facultad. Allí conoce a David Sinclair, reportero cansado de su vida errante y desordenada que ya tenía noticias de la existencia de Kate por unas fotos que el mismo Frank le había mostrado en uno de sus viajes.

En esta historia de intriga, amor y superación, la identidad racional y prudente de Kate se verá destronada por ese temperamento apasionado que toda aventurera urbana lleva dentro.”

Aunque suene extraño, tratándose de una amiga a la que estaba deseando que publicasen, este libro no me lo he leído con ojos condescendientes, sino con los ojos de una lectora exigente que sabe lo que le gusta y lo que no. A pesar de esto, siempre he tenido presente que estamos hablando de una escritora novel y se nota en ciertos aspectos, pero nada que no se pueda resolver con la experiencia.

Pues bien, este libro me ha gustado, y mucho. Y debo decir que la sinopsis que aparece en la contraportada del libro no le hace justicia al argumento. Kate Boroni no es una aventurera urbana, sino una mujer destrozada por circunstancias de la vida que, poco a poco y gracias a la inestimable ayuda de un reportero insistente, carismático, decidido y, cómo no, guapo hasta decir basta, aprende a vivir de nuevo. 

No se trata de una novela de aventuras, que las hay, sino de una historia donde se demuestra que la constancia y el amor son los pilares de la superación, que cuando la vida te da una segunda oportunidad, debes aferrarte a ella como un clavo ardiendo y pasar página, aunque no sea fácil.

De la mano de la autora, nos adentramos en una historia de amor cuyos cimientos se basan en los escombros de otra historia fallida, muy presentes a la hora de complicar una incipiente relación, no sólo por los dolorosos recuerdos que impiden a la protagonista mirar hacia delante, sino además por un gran secreto que hasta ahora había permanecido oculto, una amenaza en la sombra que se cierne sobre la protagonista y la llevará por un camino repleto de dificultades. 

Con este libro y junto a los protagonistas, emprenderemos un viaje por diferentes emplazamientos de Europa sin movernos de nuestro punto de lectura. Ciudades con encanto como París, Londres, Roma o Praga, serán el escenario mudo pero también un marco incomparable para el nacimiento de un amor capaz de superar todas las eventualidades. Sin embargo, no será un viaje de placer, sino un periplo repleto de intrigas donde nada ni nadie es lo que parece, donde el peligro acecha detrás de cada lugar emblemático y donde la consecución del amor que comienzan a sentir los protagonistas se verá obstaculizado por las dudas, las mentiras y la envidia. 

Un libro cuya lectura es muy fluida, con descripciones atrayentes y diálogos sólidos que invitan a avanzar en un argumento interesante, que engancha desde el principio. La trama de suspense, absolutamente coherente, no decae en ningún momento, y la historia de amor es sencillamente maravillosa. En definitiva, un libro absolutamente recomendable. Ahora sólo me queda esperar la siguiente creación de esta autora que ya se ha abierto un hueco dentro del panorama de la literatura romántica y que estoy segura de que nos va a seguir sorprendiendo con nuevas y fascinantes historias.

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿El otoño siempre es triste?


Durante toda mi vida siempre he pensado que el otoño era triste, que la llegada de esta estación suponía no sólo la caída de las hojas, el comienzo del frío y la vuelta a la rutina, sino además la explosión de la melancolía del espíritu. No sé, este sentimiento debe de estar arraigado con fuerza en mi interior por mi condición de nativo libra. Nací en los albores de esta estación, cuando el abrigo de los árboles cambia su tonalidad de verdes rabiosos a una variante de ocres, vivos al comienzo pero desvaídos en su ocaso, cuando el cielo oscurece antes y su intenso azul se diluye en una paleta de grises, y cuando el viento eleva su voz como fuerza de la naturaleza para anunciar la llegada, otro año más, de un clima adverso.

Dicen que los niños nacidos en otoño llegan al mundo con un alma triste, y siempre he pensado así hasta hoy.

Aún quedan unos cuantos días para el cambio oficial de estación, para que esa transformación del escenario fijo pero variable que nos rodea se haga más palpable, pero hoy me he dado cuenta de que este año puede ser diferente. Antes de su última caída, volverán a mudar de color las hojas, volverá a soplar el viento con fuerza y volverán a nacer niños con alma triste.

O no.

Esta entrada es el anunciamiento no de uno, sino de dos nacimientos. Pero no me refiero a un alumbramiento humano, sino a un alumbramiento de arte. Me refiero a la próxima publicación de dos libros que, y esto lo puedo decir muy alto, me hace muchísima ilusión ver salir a la luz. Se podría decir que son dos nuevos pero esperadísimos retoños. Por lo pronto, lo son a ojos de sus autoras, aunque para mí también. Las autoras, Menchu Garcerán y Mar Carrión, y sus “niños”, “El viaje del presidente” y “Decisiones arriesgadas”.

La primera de las autoras es primeriza en esto de publicar, no así la segunda, que ya va a pasar por el trance de su segundo “parto”. Las dos son unas prolíficas y estupendas escritoras de novela romántica, oriundas de Albacete (yo no sé qué tendrá esa ciudad, cuna de tanto talento al fin descubierto… y del que queda por descubrir). Dos grandes mujeres que conozco personalmente, y a las que me gustaría que también vosotr@s conociéseis, al menos un poco, a través de mi blog (aunque creo que la mayoría de vosotr@s ya tiene ese gusto).

Me hace inmensamente feliz saber que, dentro de muy poco tiempo, Menchu va a ver su sueño convertido en realidad, aquél que tanto ha ansiado y por el cual tanto ha luchado. Gracias a su perseverancia y, ¡cómo no!, a su talento, su primer libro va a ver la luz, y digo su primer libro porque éste sólo es el primero de muchos, de todos los que tienen que venir. A sus espaldas lleva escritas varias novelas más y, aunque ésta es la primera que va a ser publicada, la calidad de sus creaciones indica que el momento elegido ha sido mera cuestión de suerte. Menchu, ya te lo he dicho muchas veces, pero no me cansaré de repetírtelo: mi más sincera enhorabuena. Te lo mereces.

También me llena de alegría comprobar que Mar, una autora hasta ahora novel, continúa con su ascensión imparable en el mundo literario de mano de la publicación de su segunda novela. Su primer libro, “Bajo el cielo de Montana”, fue el ganador de la III edición del premio Terciopelo, pero ahora ella vuelve para demostrarnos que su éxito no fue algo fugaz y pasajero, que su estrella va a brillar cada día con mayor intensidad. Simplemente, lo sé.

Menchu Garcerán y Mar Carrión. Dos excelentes escritoras pero, ante todo, dos buenas amigas. Porque tengo el honor de considerarlas a ambas mis amigas, y me hace una tremenda ilusión hacer eco en mi blog de la noticia de su próxima publicación.

A continuación os dejo las portadas y sinopsis de sus respectivas novelas, las cuales saldrán a la venta pronto, muy pronto. Con la llegada del otoño. A la vuelta de la esquina.

El viaje del presidente, de Menchu Garcerán

Fecha estimada de publicación: 20 de septiembre de 2010

SINOPSIS 

Kate Boroni, tras la muerte de su marido Frank, corresponsal de guerra en Afganistán, se dispone a resurgir de sus cenizas. Cruzará el país para trabajar en la redacción de un periódico perteneciente a un antiguo amigo de la facultad. Allí conoce a David Sinclair, reportero cansado de su vida errante y desordenada que ya tenía noticias de la existencia de Kate por unas fotos que el mismo Frank le había mostrado en uno de sus viajes. 

En esta historia de intriga, amor y superación, la identidad racional y prudente de Kate se verá destronada por ese temperamento apasionado que toda aventurera urbana lleva dentro. 

Decisiones arriesgadas, de Mar Carrión

Fecha estimada de publicación: 4 de octubre de 2010 

SINOPSIS 

La joven periodista Megan Lewis encuentra el cadáver de su vecina cuando pasa a recoger a su perra, un caniche al que Emily cuida cuando ella está trabajando. La mujer ha sido cruelmente asesinada y Megan necesita descubrir la verdad que se esconde tras un crimen tan espantoso. 

Derek Taylor, el policía encargado de la investigación, es también un amigo de la víctima que no va a parar hasta esclarecer quién o quiénes son los culpables. Pero mientras él investiga el caso no para de tropezarse con Megan, que no cesa de meter su linda naricita en sitios donde no la llaman.

Lo que ninguno de los dos espera es encontrarse con un caso mucho más complicado de lo que parecía en un principio y donde cualquiera puede estar implicado. 

-------------------------------------------------

Si queréis saber más sobre ellas, os invito a visitar sus blogs:



-------------------------------------------------

Menchu, Mar, gracias por hacer que este otoño tenga otro significado para mí.

martes, 17 de agosto de 2010

Y otro más... justo antes de cerrar el chiringuito durante unos días

Yo, que venía a despedirme de todos vosotr@s durante unos días, me he encontrado con una sorpresita, otro regalo en forma de premio.

Pues eso, que esto de los premios bloggeros está subiendo como la espuma, y a mí me hace muchísima ilusión recibirlos, esta vez de mano de la fantástica Noelia Amarillo. ¡Gracias, guapísima!

Las condiciones para recibirlo son dos, aunque la primera yo veo innecesario mencionarla, porque SIEMPRE hay que dar las gracias por cualquier regalo que recibamos. De cualquier modo, me repito: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

La segunda condición consiste, cómo no, en pasar el testigo a otros cuatro blogs, otorgándoles este mismo premio. Pues ahí va, éstos son los blogs, aunque creo que su destino es del todo menos oscuro, o al menos yo lo veo muy nítido:


Y poco más. Como ya he comentado al principio de esta entrada, me voy a ausentar durante unos días, pero deseo de todo corazón veros a tod@s a la vuelta. Además, a mi regreso tengo preparada una sorpresita que espero que os guste… y no, no es otro premio. Es algo más “íntimo y personal” que quiero compartir con vosotr@s, mis lectores en la sombra, mis seguidores, mis amigos.

¡Nos vemos en septiembre!

viernes, 13 de agosto de 2010

Esta entrada va de premios...

Pues sí, esto va de premios. En el día de hoy, y por dos fuentes distintas, mi blog ha recibido estos premios:
Como es de bien nacido ser agradecido, lo primero que debo hacer es dar infinitas gracias a quienes me los han concedido, esto es, el blog de el misántropo digital y el de Yolanda Quiralte. Aprovecho esta entrada para recomendar encarecidamente que visitéis sus respectivos rinconcitos, ya que merecen la pena. De verdad de la buena.

Al parecer, tengo que exponer así, en público, tres cosas que me gusten. ¿Sólo tres? Si es que hay tantas… bueno, a ver: por encima de todo, me encanta dormir. ¡Es mi mayor hobbie! También me gusta mucho viajar (aunque ahora mismo la cosa está chunga con esto de la crisis). Y la otra cosa que me apasiona (no, no voy a decir “leer” o “escribir” porque eso es obvio) es una buena charla con los amigos. Como veréis, cosas sencillitas.

Y ahora, el momento de pasar el relevo de la antorcha. Los blogs elegidos para recibir estos premios son:

1.-Ana R. Vivo
2.-Menchu Garcerán
3.-Mar Carrión
4.-Los achiperres de Mamen
5.-Anna, del blog “Princesa”

domingo, 25 de julio de 2010

El pecado de ser mujer


Vivimos tiempos de igualdad, libertad, oportunidades… o eso es lo que creemos. Parece imposible, pero en nuestro mismo mundo, aunque nos resulte lejano y añejo, aún existen vestigios de épocas pasadas, injusticias tan grotescas que pensamos que son irreales, que hace mucho tiempo dejaron de suceder a nuestro alrededor.

Quizás el quid de la cuestión radica en una cuestión de suerte, nada más. Suerte de no ser esclavos y dependientes de unas normas equivocadas que vulneran la integridad y la libertad que tod@s deberíamos poseer, independientemente de nuestra religión, raza y/o sexo. Hay muchas personas que no pueden disfrutar de esos derechos esenciales que nosotr@s ya damos por hecho. Muchísimas personas.

Es posible que no podamos cambiar ciertas cosas, que nunca lleguemos a cambiarlas por completo, pero al menos podemos intentarlo. Como en el caso de Sakineh Mohammadi.

Te invito a que firmes esta propuesta porque quizás, gracias a ella y al apoyo de mucha gente como tú y como yo, podamos conseguir que esta mujer tenga esa “suerte” que todos deberíamos poseer y así evitemos su lapidación.

¿Su pecado? Ser mujer.
¿Su castigo? La muerte.
¿Por qué? Nunca llegaré a entenderlo.

Si no quieres hacer oídos sordos a esta despreciable condena, firma aquí.

GRACIAS.

jueves, 1 de julio de 2010

Di "NO" al plagio

Esta tarde, visitando varios blogs, me he encontrado con algo que me ha puesto los pelos como escarpias. Soy consciente de que no vivimos en un mundo idílico y perfecto donde nos respetamos los unos a los otros, pero aun así estas noticias siempre consiguen sorprenderte de un modo muy desagradable, más si cabe cuando piensas que eso mismo podría sucederte a ti en cualquier momento.
Me estoy refiriendo al plagio, visto desde cualquiera de sus vertientes. En este caso, el plagio de una obra literaria. Más concretamente, un poema.
Al parecer, ésta no es la primera ni la segunda vez que la perjudicada ha sido objeto de tal agravio pero, gracias a Dios, siempre hay gente dispuesta a echar una mano para solventar en el menor tiempo posible tal desfachatez, así que cuando esta noticia ha llegado a mí, he comprobado con satisfacción que “el problema” ya se había resuelto. Aun así y por mi parte, no quiero dejar pasar de lado todo esto sin aportar antes, aunque sea, un pequeñísimo grano de arena para que esto no vuelva a suceder. 

Cuando ocurren estas cosas, no sólo se vulnera la propiedad intelectual, considerado delito se mire por donde se mire, sino que además surge en el agraviad@ una impotencia y una rabia desmedida tal que ni siquiera me puedo imaginar cómo se debe sentir esa persona. Que alguien se quiera lucrar, ya sea económicamente o con simples halagos inmerecidos, de la originalidad de los demás, me parece de un comportamiento execrable, y nadie con un poco de moral debería fomentar ni excusar (como en este caso ha ocurrido) tales acciones. 

La autora, Mary Heathcliff, ha creado desde su blog un premio, “Soy original”, como respuesta frente al perjuicio que ha sufrido en sus propias carnes. No se trata simplemente de otro premio más, premios divertidos como los que solemos recibir todos los blogs por parte de nuestras amig@s blogger@s (desde aquí reitero mi más sincero agradecimiento a todas las amigas que me han otorgado uno de ésos. Es un honor que alguien piense en ti en esas circunstancias, y por mi parte yo atesoraré todos y cada uno de ellos como un bien muy preciado, ya que me los han concedido desde el corazón). No, este premio es una campaña para concienciar al mayor número de personas posible y denunciar una conducta ignominiosa que dice muy poco (o mucho) de la gente que la secunda.


Haciéndome eco de tal iniciativa, desde aquí hago un llamamiento generalizado para propagar esta noticia, para censurar dichas acciones y para denunciar los hechos con todos los medios que estén a nuestro alcance si, en algún momento de nuestra vida, nos encontramos en esta desagradable tesitura, ya sea porque nos ha sucedido a nosotros mismos o a alguien de nuestro entorno.
Algún día esto te puede pasar a ti.

domingo, 27 de junio de 2010

Yin-yang


Una llamada, otro recuerdo.
Una voz desconocida pregunta, al otro lado de la línea, por alguien que no volverá jamás, aun sabiendo que permanecerá por siempre a tu lado.
Dos personas sin ninguna relación entre ellas, pero que tras una intensa conversación terminan unidas por un sentimiento en común.
Lágrimas como broche en la mañana.
Una visita, otra celebración.
Un pequeño ángel de rizos castaños corre a abrazarte y te rodea las piernas, haciéndote caer de rodillas a sus pies, rendida a su ternura.
La sala está atestada de gente, pero el homenajeado te regala una tierna sonrisa infantil, dedicada sólo a ti, consiguiendo derretirte el alma.
Risas para un final de fiesta en la noche.
El yin y el yang, equilibrio en el transcurso de un mismo día.
Tristeza y felicidad, las dos caras de una misma moneda.

martes, 15 de junio de 2010

Mi primer microrrelato


Haciendo un pequeño inciso en mis estudios, y para que comprobéis que, aunque desaparecida, aún sigo por aquí, os voy a colgar un microrrelato que escribí para un concurso de “Cercanías Renfe” y del cual hoy el jurado ha emitido su fallo. El número máximo de palabras a utilizar (incluido el título) eran 99, y el tema a tratar tenía que versar sobre “el tránsito, el viaje, el movimiento hacia un destino”.
Como habréis supuesto después de leer esto, no, no he resultado finalista, pero al menos, y para que no se pierda en el olvido, me gustaría compartirlo con todos vosotr@s. Espero que os guste. 

ESTACIÓN “DESTINO”
Aunque el vaivén del vagón seguía una cadencia pausada, mis nervios estaban a flor de piel. Había muchas plazas libres pero yo, demasiado excitada como para hacer uso de ningún asiento, me encontraba de pie, apoyando indistintamente mi peso en una u otra pierna mientras mis dedos agarraban con fuerza la barra de sujeción. En un instante, la oscuridad que reinaba en el túnel dio paso a la intensa luz de las luminarias de la siguiente estación. Mis pupilas se dilataron, pero fue por la expectación. 
Cuando se abriesen esas puertas, habría llegado a mi destino: tú.

domingo, 2 de mayo de 2010

A todas las madres, a mi madre


Hoy, primer domingo de mayo, se celebra en España (y en algunos otros países) el DÍA DE LA MADRE. Investigando, he descubierto que cada país tiene una fecha propia, a lo largo del año, para celebrar este día. ¿Tendría este día que ser universal? No lo sé, pero esto me ha dado en qué pensar y he llegado a una conclusión: da igual cuándo sea, porque lo más importante, como ya dije en otra entrada antigua, no es fijar una fecha concreta para homenajear a nada ni a nadie. No, esto hay que hacerlo día a día con cada una de nuestras acciones, con cada gesto que aflora en nuestra cara, con cada palabra que brota de nuestros labios, con cada pensamiento que surge de nuestra mente, con cada sentimiento que nace de nuestro corazón. Ahora lo sé.

Recuerdo cuando era pequeña y, las semanas previas a esta celebración, todos los niños y niñas preparábamos en el colegio, con nuestras propias manos y un sinfín de ilusiones, el regalo para este día. En este momento intento viajar con mi mente a esos dulces años y veo, con una claridad que antes me había pasado totalmente desapercibida, el amor, la alegría y el orgullo con la que ellas recibían ese humilde presente, porque veían la ilusión en nuestras tiernas caritas. Aún no soy madre pero sé que para ellas, una dulce sonrisa, un caluroso abrazo y unas palabras cariñosas son el mejor regalo que pueden llegar a recibir, independientemente de joyas, perfumes y otras muchas banalidades. Para las madres, todo eso se relega a un segundo plano frente a una sincera demostración de amor hacia ellas. Ahora también lo sé.

Mamá, ya no puedo entregarte nada material, sé que no vas a poder recibirlo y sonreírme como lo hacías cada vez que llegaba este día, al igual que en otras muchas tantas ocasiones que hemos vivido juntas. Ni siquiera puedo darte un beso, sentir tu calor y tu amor incondicional al fundirnos en un abrazo, pero aún puedo dedicarte unas palabras con la esperanza de que vuelen muy arriba, directas hacia donde sé que se encuentra mi ángel de la guarda. Espero que cuando estas palabras lleguen a ti, sonrías como cuando yo era pequeña, como cuando con toda la ilusión del mundo, te entregaba mi regalo del día de la madre. Éste es mi regalo:

TE QUIERO, MAMÁ.

FELIZ DÍA DE LA MADRE A TOD@S

viernes, 9 de abril de 2010

Abierto por obras

Cuando emprendes unas vacaciones, lo haces cargado de ilusiones, expectativas… aunque siempre vas pensando en lo bien que te lo pasarás, en todo lo que vas a descansar después de haber estado trabajando y/o estudiando durante meses, en las “delicatessen” que probarás y saborearás en esos sitios que vas a visitar… sin embargo, no piensas ni por un momento en volver de tu viaje enamorada. A mí me pasó, pero no en el sentido más carnal de la palabra. Fue algo “diferente”.

Me quedé embelesada por el encanto y la belleza de una ciudad entera, San Sebastián; admiré la obra más emblemática que posee Bilbao, esto es, el museo Guggenheim, edificio loado por muchos y criticado por otros; salí de Pamplona con una sonrisa en la cara –y mi apetito bien saciado– después de haber probado los mejores pintxos del mundo mundial y de haber asaltado –literalmente– las tiendas de Kukuxumuxu que me encontré en la calle Estafeta; mi vista se recreó una y otra vez con el verde paisaje que caracteriza a todo el País Vasco, y sin decirme ni una sola palabra, sólo con permitirme contemplarlo, ese extenso paraje me convenció sin reservas para que le hiciese una nueva visita en un futuro próximo; sin embargo, no fue de nada de esto de lo que me enamoré perdidamente, sino de algo mucho más humilde pero, a su vez, infinitamente más grandioso: me enamoré de unas piedras heridas. Me estoy refiriendo a la catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz.

Cuando llegamos allí, yo iba preparada para recorrer, “in situ” y con una visita guiada, las obras de recuperación y restauración de una vieja catedral, pero no esperaba encontrarme con tanta majestuosidad. A groso modo, explicar que este edificio, enclavado en pleno centro histórico, es en sí mismo un referente con mayúsculas de Vitoria-Gasteiz. Sus orígenes se remontan a los propios orígenes de la ciudad, ya que se levantó sobre una primigenia iglesia, construida en la segunda mitad del siglo XI, junto con las murallas que circundaban la villa. Sin embargo, el templo actual data del siglo XII, en tiempos de Alfonso X “El sabio”. Esta catedral ha sufrido problemas estructurales desde su origen; ha sido mortalmente debilitada por seculares problemas de sustentación y deformación, debidos tanto a las múltiples –y casi siempre inapropiadas– intervenciones que se han hecho en ella a lo largo de los siglos, como a su propia ubicación en una ladera, lugar poco idóneo para levantar algo de tal magnitud.

Aun así, esta increíble construcción estuvo abierta al público hasta 1994, cuando las piedras de esos muros y pilares gritaron que ya no podían más, que estaban al borde del colapso total. Ése fue el momento clave en el que se tomó la decisión de emprender un proyecto muy ambicioso y arriesgado: salvar ese monumento emblemático a como diese lugar.

Puedo asegurar que lo están consiguiendo. ¡Y de qué forma! Al contrario que en cualquier otra obra de índole similar, en la cual se ocultan al mundo las titánicas tareas de recuperación de un edificio gravemente enfermo, actuando en un completo secretismo hasta la finalización de los trabajos para que el resto de los mortales podamos admirarlo en todo su esplendor, aquí se decidió – y con muy buen criterio– abrir las puertas al público durante todo el proceso. Eso sí, con casco incluido, porque la seguridad tiene que primar ante cualquier otra cosa.

A lo largo de mi vida he visitado muchas catedrales y también, por mi profesión, he “pisado” bastantes obras. Pero esto es otra cosa: esto es jugar en la liga mayor. Cuando crucé el umbral (más concretamente, el pórtico de la luz) y empecé a caminar por aquellas pasarelas situadas en el interior del templo a diferentes niveles de altura, me sentí flotar. Tocar la coronación de unos pilares que hasta hacía bien poco sólo habían conocido las manos de los canteros que las tallaron y las de los obreros que las levantaron, es una experiencia única e irrepetible. Caminar por el triforio y observar desde allí las vidrieras y la luz que entra a raudales por el rosetón de la girola, es algo increíble. Poder admirar las elegantes líneas de las bóvedas de crucería desde una perspectiva nunca antes vista, no se puede explicar con palabras. Podría extenderme en mis disertaciones, pero terminaría por aburrir a los neófitos en la materia, y ésa no es mi intención. Esto no se puede entender leyendo unas líneas escritas en un papel o en un ordenador: esto hay que vivirlo.

Los sesenta minutos que duró la visita se me hicieron cortísimos. Yo me hubiese quedado allí horas, días, semanas empapándome de todo lo que esas viejas piedras tuviesen que contarme, escuchando su lamento, entendiendo su dolor, grabando en mi mente de forma indeleble su historia, fusionándome con ellas. 

Si alguna vez tuve dudas respecto hacia dónde quería enfocar mi especialización, éstas se disiparon completamente a los cinco minutos de estar allí dentro. Ya lo tengo decidido, aunque estos últimos años, sin darme siquiera cuenta, ya había encauzado poco a poco mis pasos en esa dirección. No quiero levantar nuevas construcciones, eso se lo dejo a otros que se sientan más a gusto en ese rol. Yo quiero curar las heridas que atenazan a viejos y venerables edificios, porque éstos tienen para mí un alma, un encanto y una memoria histórica tal que a su lado, una construcción actual jamás llegará a conseguir. O puede ser que sí, pero eso sólo depende del paso implacable del tiempo

viernes, 26 de marzo de 2010

No uno ni dos... sino hasta cuatro premios


No me lo merezco. En serio, no creo ser merecedora de tanto reconocimiento.

Cuál no sería mi sorpresa cuando, visitando varios blogs de los que soy asidua para ponerme al día después de un tiempo desaparecida, me encuentro con la grata (aunque tardía) noticia de que mi propio blog ha recibido cuatro veces el mismo premio. 

Esto para mí constituye un honor, ya que tal reconocimiento proviene de cuatro personas a las que, además de artistas, considero amigas. Para empezar (porque tengo que empezar por alguna, pero que nadie se mosquee ya que el orden de los factores no altera el producto), Mar Carrión, una estupendísima escritora a la que le auguro un éxito imparable. Continúo con Menchu Garcerán, escritora novel a punto de publicar su primera novela, algo que tod@s l@s que la conocemos estamos deseando que llegue como agua de mayo (pero si es para abril, mejor que mejor). Ana Ruiz, otra gran escritora de la cual las editoriales aún no han sabido ver su potencial, aunque espero que esta situación cambie muy pronto. Y por último, aunque no por ello menos importante, Mamen Méndez, una artista en el campo de las manualidades que hace maravillas con cualquier cosita de nada, como bien podréis comprobarlo en su fantástico blog. A todas ellas: MUCHÍSIMAS GRACIAS.

Ahora, según tengo entendido, debo contar unas cuantas cosas sobre mí. Pero, ¿seguro que estáis interesad@s? Bueno, veamos qué es lo que sale…

1.- Soy tremendamente desordenada, aunque siempre sé dónde está todo. O sea, que soy ordenada en mi desorden…

2.-Intento no odiar a nadie, pero aborrezco a las personas que se dan ínfulas y se creen seres superiores al resto de los mortales.

3.-Soy muy, muy tímida con la gente desconocida, pero intento ocultarlo levantando ante mí una fachada de bordería y mala leche reconcentrada.

4.-Una asignatura pendiente en mi vida: no sé nadar.

5.-Le tengo pánico a cualquier bicho volador que pique o muerda. Pero cuando digo pánico, es auténtico pánico. Tendríais que ver las escenitas que monto cuando alguno de esos bichejos alados rebasa mi espacio vital y se acerca peligrosamente a mí. Literalmente, me vuelvo loca.

6.- Tengo que confesaros que, pese a que lo he intentado (de verdad de la buena), he vuelto a caer en el pernicioso vicio de fumar.

7.- Soy bastante cabezota y, cuando me propongo algo, no cejo en mi empeño hasta conseguirlo. Hace tres años comencé a escribir una novela, pero la dejé aparcada a un lado durante más de dos años. Sin embargo, mi orgullo me impedía abandonar definitivamente ese desafío, así que hace poco la volví a retomar y al fin logré terminarla. ¡Qué agusto me quedé cuando le puse la palabra FIN!

Y los blogs a los que quiero premiar son:

-Ana R. Vivo

-Cucas en el desierto

-Entre libros

-Los achiperres de Mamen

-Mar Carrión

-Menchu Garcerán

-Me falta uno, así que ese premio va dedicado a todos los blogs por los que me paso, aunque sea de forma ocasional. Todos se merecen su premio.

jueves, 25 de marzo de 2010

El retorno


Las horas iban dando paso a los días, los días a las semanas y, poco a poco, la sombra de la desidia se cernió sobre mí hasta llegar a acumular una sequía de casi mes y medio. Pero ya está bien. Ya es hora de ponerse manos a la obra y dejar a un lado ese círculo vicioso que cada día me atrapaba más y más entre sus redes. Quizás ayude el hecho de saber que, a partir de mañana, voy a disponer de diez maravillosos días en los que me podré olvidar de esas mañanas mortales repletas de problemas en el trabajo; de las tardes cubiertas por interminables -y en muchas ocasiones sumamente aburridas- clases sobre patologías constructivas, leyes y gestiones varias referidas al Patrimonio Histórico; de las prisas por llegar a tiempo al curso mientras salgo escopetada del trabajo y, entre medias, me tomo un triste sándwich que alivia, aunque no anula, las ganas de saciar mi hambre con un plato un poco más contundente; de buscar un momento entre lo uno y lo otro para acudir a consultas médicas que sólo consiguen incrementar mi desasosiego y aumentar los latidos de mi corazón de una forma nada gratificante. 

Basta ya. Mañana, a las tres de la tarde, comienzan mis vacaciones, y con ellas retorna mi vida social. Voy a paladear cada segundo de ese placentero tiempo hasta exprimir de él la última gota, e intentaré hacer muchas de las cosas que durante este lapsus de inactividad he tenido que dejar de lado, entre ellas éste y otros rinconcitos. 

Sí, chic@s: HE VUELTO. Sólo espero que aún estéis por aquí.


domingo, 14 de febrero de 2010

La palabra más bella

Hace ya bastante tiempo oí una noticia peculiar: la organización de una encuesta para elegir, entre todos los internautas que quisiesen participar a tal efecto, la palabra más bella del castellano. En un idioma tan rico y de matices tan variados como el nuestro, las opciones eran numerosísimas, tantas como los gustos personales y las preferencias de cada persona que se animase a votar. Muchos defendían su elección incidiendo en el significado del término, centrándose en explicaciones etimológicas, mientras que otros apostaban por la sonoridad de la palabra, la fonética y el timbre de sus vocablos.

Dejando a un lado las encuestas, aquélla que fue elegida en su momento por muchas personas siempre ha sido el buque insignia que ha movido los hilos de mi vida, y por esa simple razón yo la considero no sólo la palabra más bella del castellano, sino además la palabra más bella que existe y que haya existido nunca, independientemente del idioma en el que se pronuncie. Por motivos obvios (una es española y defenderá su lengua materna hasta la muerte), mi elección corresponde a un término castellano, pero el valor y la profundidad que tiene para mí esa palabra no se diluye cuando se expresa en otro idioma. No es cuestión de sonoridad, ni siquiera de significado etimológico: es cuestión de sentimiento.

Hoy, 14 de febrero, día con un significado muy emotivo para algunos y una fecha meramente comercial para otros, yo me veo en la obligación de posicionarme a favor de uno de estos dos bandos. Siempre había pensado que el Día de los Enamorados, "San Valentín", era un "San Corte Inglés" encubierto. Soy de la opinión que, para demostrar tus sentimientos hacia otra persona, es insuficiente con un solo día. Esto es algo que necesita ser cultivado y mimado desde sus comienzos, día a día, como una pequeña semilla que llegará a convertirse en una hermosa pero delicada flor. No vale con plantar la semilla y esperar a que germine sola, como tampoco sirve regarla una vez al año y pretender que la flor no se marchite. Si la planta no recibe sus correspondientes cuidados, morirá.

Sin embargo, ésta es una fecha muy señalada para mí, un día a celebrar por motivos propios. Hoy se cumple el primer aniversario de un gran acontecimiento que me implica personalmente, ya que hace un año uní mi vida para siempre a la de otra persona.

Mi esposo. 

Mi mejor amigo. 

Mi compañero del alma.

Mi inspiración. 

Mi apoyo incondicional frente a todo.

Mi faro en la oscuridad.

Mi vida.

Él, simplemente por ser como es, ha dado un significado completo a la palabra más bella que existe, porque me ha hecho entender realmente lo que es el AMOR.

Te quiero, C.

jueves, 28 de enero de 2010

Como humo de tabaco...


Es duro. Muy duro. Extremadamente duro. Y el que diga lo contrario, miente como un bellaco.
Llevaba bastante tiempo rumiando esta idea, aunque siempre lo dejaba para más adelante, como todos hacemos cuando algo realmente no nos interesa. Sin embargo, un amargo suceso acaecido hace tan solo una semana fue el detonante para dar el paso definitivo, así que me insuflé de ánimo y tomé la firme decisión de dejar este vicio.
Bien, pues desde entonces, mi vida es un suplicio.
¿Dónde queda la típica frase de "ya verás que enseguida te vas a encontrar mucho mejor"? ¡Mentira cochina! Me siento profundamente estafada por todos aquellos que me han animado a abandonar este hábito. Una de dos: quienes aseguran dicha afirmación, o lo hacen sin conocimiento de causa, porque jamás han pasado por una situación similar, o por el contrario lo único que pretenden con esas palabras cargadas de optimismo es endulzarte la píldora amarga para que pase mejor por tu garganta.
Al día siguiente de decirle "adiós" al último palito, la tos hizo acto de presencia en mí y ahora se ha instalado como una okupa sumamente desagradable, convirtiéndose en mi tarjeta de presentación frente al mundo. Lo peor, que esto no tiene visos de remitir, al menos por el momento. Pero vamos a ver, ¿no se supone que esto tendría que funcionar al revés? ¿No se supone que esto se produce por un exceso de tabaco, no por la falta de éste?
Luego, otro "tópico" que tampoco se ha cumplido (empiezo a pensar que soy un bicho raro): el apetito. Por todos los frentes te llega la misma información, algo que muchas veces te echa para atrás a la hora de decidir darle carpetazo al fumeteo: "con la ansiedad, se te abrirá el apetito, y es muy normal que cojas unos cuantos kilos porque sustituyes el tabaco por la comida". ¡Otra flagrante mentira! A ver, que a mí no me importaría reducir mi peso, pero no a costa de dejar de comer… si es que parece que me han cosido la boca porque no me entra nada… y eso tampoco puede ser bueno.
Lo dicho: ahora mismo me siento como un calcetín usado, hecha unos zorros. Y no es porque tenga "mono" y me apetezca fumar (al fin y al cabo, esa sensación la sobrellevo moderadamente bien y, excepto en algunos momentos puntuales, soy perfectamente capaz de no sucumbir a la tentación). ¡Es que físicamente me encuentro fatal! Vamos, que conmigo, los investigadores deberían hacer un estudio aparte, porque con el paso de los días, en vez de ir a mejor, voy a peor.
Sin embargo, con todo lo dicho anteriormente no quiero dar pie a confusiones: esto no es una declaración de intenciones a favor del tabaco ni una justificación para seguir fumando. Existen muchos tipos de adicciones perniciosas para la salud, y fumar es una de las más arraigadas en nuestra sociedad. Aunque ahora mismo parezca que esté pataleando como un niño pequeño con un berrinche de aupa, soy plenamente consciente de que esto es por mi bien, que tarde o temprano me encontraré mejor y mi salud me lo agradecerá (además del agradecimiento de todos lo que me rodean).
No estoy segura de poder conseguir la victoria en este primer intento porque, después de quince años ininterrumpidos, es muy difícil darle carpetazo definitivo al tabaco de un día para otro. Tal vez, dentro de un tiempo, recaiga otra vez; muchas veces nuestra fuerza de voluntad sufre períodos de bajón, aunque también nuestra condición humana nos hace superarnos frente a las adversidades. Y ahora es diferente. Ahora tengo un punto más a mi favor para conseguir mi meta, algo muy importante que nunca antes había tenido: la intención de querer dejarlo.
Sólo espero que mis buenas intenciones no se dispersen en el aire "como humo de tabaco" y, dentro de unos años, cuando me preguntéis qué significa para mí esa frase, os pueda decir con total firmeza y seguridad que es únicamente el título de una canción. Una preciosa canción que habla de un vicio, éste por el contrario muy saludable, que me inspira enormemente a la hora de escribir mil y una historias: EL AMOR.

jueves, 21 de enero de 2010

Hoy mi alma llora por ti



Tengo el alma sangrando. Hoy es uno de esos días amargos en los que clamas al cielo con la voz rota por el dolor y, con los brazos en alto, el semblante contraído y un nudo en el estómago que te impide respirar, gritas un desgarrador "¿por qué?" sin recibir respuesta alguna por parte de nada ni de nadie. Aunque a lo largo de toda tu vida hayas recibido muchas ostias, demasiadas pero no las suficientes como para haber perdido la fe, cuando ese férreo e implacable puño te vuelve a golpear en la cara, te sigues preguntando: "¿por qué?". Pues porque la vida es injusta.

Da igual que seas joven o viejo, el color de tu piel, tu raza o religión. A cualquiera le puede tocar, pero cuando se escapa el último aliento de una persona que está en la flor de la vida, irremediablemente te planteas qué o quién es el artífice de tanto dolor, de tanto sufrimiento vano. Porque no existe ninguna justificación posible para que estas cosas tengan que suceder, por mucho que me intenten convencer de lo contrario. Ahora mismo la intensa rabia que nace de mis entrañas se entremezcla con la profunda aflicción que siente mi corazón, y mientras las lágrimas empañan mi vista, sólo atino a repetir una y otra vez: "¿por qué, Dios mío? ¿Por qué?"

Alberto, dondequiera que estés en este momento, intenta darnos ánimos a todos los que lloramos tu pérdida, ayúdanos a sobrellevar este amargo trance. Y ten por seguro que, aunque te hayas ido, no estás lejos de aquí, ni nunca lo estarás, porque un pedazo de ti se mantendrá intacto en nuestro interior, porque tu recuerdo habitará para siempre en nuestros corazones.

D.E.P.

miércoles, 20 de enero de 2010

Toda historia tiene su continuación...



... aunque la historia sea insignificante, breve e inconclusa como ésta. Después de esta escena supongo que vendrán más, porque nunca se puede decir que algo ha llegado completamente a su fin. Siempre hay más, seamos o no conscientes de ello. El tiempo no se puede detener, cada segundo que pasa surgen mil y una historias nuevas, tanto originarias de nuestra propia mente como resultantes de la vida real, y de nuestra mano sólo depende el captar esos momentos concretos y plasmarlos por escrito como si de una fotografía se tratase. Aun así, la historia sigue avanzando tras la toma puntual de esa instantánea, lenta e inexorablemente, hasta donde nosotros se lo permitamos. E incluso sin permitírselo, no se detendrá. Puede haber un desenlace por nuestra parte, pero eso no significa que para los demás haya acabado. Ese "fin" siempre es relativo.
Aquí tenéis la continuación de la escena anterior. El siguiente episodio, tanto en mi mente como en la vuestra... aún está por escrib"Un amargo regusto a bilis le bajó por la garganta al oír aquellas palabras.
Jamás pensó ni por un momento que pudiese dar con su paradero. Se había creído segura entre los sólidos muros de aquel sagrado lugar, alejada de cualquier contacto con el exterior, alejada de él y de su inmundicia, pero la obstinación de ese hombre no conocía límites. No descansaría hasta ver destruido todo su mundo, hasta verla destruida a ella. Sin embargo, había obviado un pequeño detalle de gran importancia: no podía hundirla porque ella ya había tocado fondo gracias a él. Más bajo no podía caer, así que ahora sólo le quedaba comenzar a ascender. Aun así, no volvería a subestimar a ese desgraciado. Si no había podido huir de sus garras, al menos lucharía con todas sus fuerzas y lo enfrentaría. Todo radicaba en impedir que viese signo alguno de debilidad en su actitud, porque de lo contrario estaría perdida.

Sabía que la estaba contemplando detenidamente, aunque la mirada de ella permanecía fija en un punto indeterminado del suelo. Estaría con las piernas ligeramente abiertas y sus musculosos brazos cruzados en el amplio tórax; majestuoso como un tótem, irradiando arrogancia por cada poro de su piel. Pero esta vez no conseguiría amedrentarla. Levantó la barbilla a modo de desafío y, tras una mirada fulminante a sus fríos ojos grises, le contestó:

-Yo no le pertenezco a nadie. Mucho menos a vos.

Cole enarcó una ceja, sorprendido ante la inusitada audacia de esa mujer. El aspecto etéreo que irradiaba contrastaba ferozmente con el fuerte carácter que estaba demostrando poseer. Pero ya se encargaría él de refrenarla más adelante. Ahora tenía que hacerla creer que sus palabras no le habían afectado, que para él eso era insignificante. Un imperceptible movimiento de sus hombros le indicó a la muchacha que no le había dado ninguna importancia a su comentario, que para él no tenía valor alguno. Se tomó su tiempo en refutar ese ataque tan directo.

-En eso os equivocáis, milady –arrastró deliberadamente el tono de la última palabra, burlándose así del título que de nacimiento le pertenecía-. Vuestro padre me entregó a vos y no sois quién para contradecir las últimas voluntades de un hombre de bien. Debéis hacer honor al contrato que llevamos a cabo, puesto que ni el rey puede anular este compromiso.

Isabelle explotó.

-¡Miserable ruin! ¿Ahora tenéis consideración para con mi padre? ¡Vos le vilipendiasteis, despojándole de todo cuanto le pertenecía, provocando así su muerte repentina! Acabasteis con la única persona que me ha querido de verdad, arrasasteis con todo, destruyendo mi vida. Pero hay algo que salió indemne y jamás me podréis arrebatar: mi orgullo. ¡Mi orgullo! Ni por todo el oro del mundo me iría con vos. ¡Antes muerta que denigrarme a permanecer a vuestro lado! ¿Me habéis oído? ¡Antes muerta!

-Amén –respondió Cole con ironía, aparentemente tranquilo, aunque un ligero tic apareció sin previo aviso en su ojo derecho-. ¿Habéis terminado de desahogaros? Debemos irnos.

Tras decir esto último, el hombre abandonó su fingida pasividad y comenzó a avanzar hacia Isabelle con la clara intención de agarrarla. Ella, al ser consciente del peligro inminente que supondría ser inmovilizada por él, retrocedió unos pasos con suma lentitud. Una idea peregrina le vino entonces a la mente y, sin pensárselo dos veces, introdujo su mano derecha en el bolsillo del vestido. Tanteó el interior durante unos segundos hasta que dio con el mendrugo de pan que allí ocultaba, lo sacó con convicción y se lo lanzó directamente a la cara. El improvisado artefacto utilizado como proyectil describió una trayectoria curva y pasó a escasos centímetros de la mejilla de Cole, aunque éste ni siquiera se inmutó. Incluso el tic desapareció. Simplemente esperó hasta que la muchacha se percató de que había errado en su tiro. Todo lo demás ocurrió muy rápido: en un momento Isabelle estaba abriendo la boca, ahogando una exclamación, y al siguiente se debatía sin mucho éxito entre los fuertes hombros de Cole, intentando inútilmente zafarse de él."

Isabelle©Chus Nevado




sábado, 16 de enero de 2010

El recuerdo de lo olvidado


Hace años, cuando comencé a dar mis primeros y titubeantes pasos por el desconocido mundo de las webs, en mi solitario vagar por esos lares descubrí una página en concreto que me subyugó por completo. Lo que en un principio se trataba de una mera visita puntual, con el único propósito de realizar una consulta referente a una autora de novela romántica, terminó por convertirse en una estancia permanente. Por aquel entonces y durante mucho tiempo, llegué a considerar ese lugar mi segundo hogar. No sólo encontré allí gente maravillosa, cuya amistad perdura indeleble a día de hoy, sino que además ese sitio consiguió despertar en mi interior algo que llevaba mucho tiempo aletargado: mi pasión por la escritura. Un simple juego entre foreras avivó mis ansias de escribir algo más que burofaxes e informes, documentos insulsos que no me llenaban para nada. Recordé que, cuando era pequeña, disfrutaba enormemente inventando historias en mi cabeza para después plasmarlas en papel, y decidí sin pensarlo que quería retomar ese camino. Mi camino, no el de otros. 

Las ideas comenzaron a surgir en mi mente igual que un torrente incontrolable, y en una carrera audaz y alocada hasta mis dedos, se transformaban como por arte de magia en palabra escrita. Poco a poco fueron naciendo, una tras otra, escenas de todo tipo y condición; algunas con tintes serios, bastante meditadas con anterioridad; con otras simplemente me daba el gusto de dejar volar mi imaginación... hasta que llegó un punto en el que me di cuenta de que no podía dejar de nuevo que eso se perdiese, que lo que había despertado volviese a entrar en hibernación. Me planteé un reto mucho más atrevido, algo que ni yo misma creía que podría llevar a buen término, pero finalmente y tras un arduo esfuerzo, lo conseguí: hace dos meses, terminé mi primera novela. Pero hoy no quiero hablar de eso. Hoy, me apetece regalaros una de esas escenas que hasta hace dos días tenía bien guardaditas en un cajón de mi disco duro. Es una tontería, está sin corregir, como todas las demás, pero ahora que las he desempolvado no pienso olvidarlas nunca más, porque ellas han sido las precursoras de todo.

Geni, gracias por hacerme recordar. 


"El cielo rosáceo, cargado de matices anaranjados, fue el preludio de la llegada de un nuevo día.

Nadie se había levantado aún, pero el suave trino de un pequeño ruiseñor anunció que la noche había llegado a su fin. Ése era el momento ideal para salir a caminar tranquilamente, sin miedo a encontrarse con ningún fraile. No es que le hubiesen prohibido de forma terminante salir en presencia de éstos, pero se sentía bastante incómoda al cruzarse con alguno de ellos por los pasillos. La miraban de arriba abajo, un tanto escandalizados por el hecho de que una mujer invadiese sus dominios, y eso le hacía considerarse fuera de lugar.

Su primer destino fueron las cocinas. No solía desayunar en compañía, puesto que ya estaba harta de sentirse un bicho raro en el comedor ante tanta mirada evasiva. Tomó una tajada de jamón y un mendrugo de pan del día anterior y se los metió en el bolsillo interior de su vestido.

Ya los saborearía con más tranquilidad cuando estuviese sentada en su peñón, alejada de cualquier contacto humano que pudiese turbarla más de lo que estaba. Había descubierto ese sitio poco después de llegar al monasterio, y desde entonces no había dejado de ir allí ni un solo día. En ese lugar se sentía en paz, consigo misma y con los demás.

Dio un gran sorbo al odre de aguamiel que había sobre la gran mesa de roble y se dirigió hacia una puerta situada a la izquierda del horno de pan. Ésta comunicaba con el jardín trasero, un pequeño huerto donde los frailes cultivaban hierbas medicinales, pero que también servía como vía de escape ante una posible emergencia. Una pequeña trampilla, oculta entre unos macizos de lavanda, daba paso a la libertad del exterior. La encontró por casualidad una tarde que estaba recogiendo flores de manzanilla y hojas de menta para una infusión, y aunque los frailes eran conscientes de que la muchacha había comenzado a utilizarla para sus escapadas matinales, jamás le dijeron nada.

Se agachó con fluidez, tiró de la manivela y traspuso el hueco. Ahora podría dejar que la brisa azotase su rostro sin ningún tipo de remordimiento. Se levantó el ruedo de la falda, pero cuando ya se disponía a echar a correr como una centella, oyó retumbar una voz grave a sus espaldas:

-No es menester que una dama como vos salga por una puerta trasera, ocultándose como un vil ladronzuelo.

Ella se giró lentamente, reconociendo al instante, con suma claridad, esa voz profunda aun después de haber transcurrido tanto tiempo desde la última vez que la escuchó. Se encontró con la mirada, fría como un glaciar, de ese hombre que no había podido olvidar, a pesar de haberlo intentado con todas sus fuerzas. Finalmente la había encontrado.

-Tú… ¿qué haces aquí?

-He venido a buscar lo que me pertenece. A ti."

Isabelle©Chus Nevado